Es una de las diseñadoras de vestuario con más larga trayectoria en nuestro país. María Estela Fernández (ciudad de México, 1958) ganó su quinto Ariel por la película Kilómetro treinta y uno (2006), de la productora mexicana Lemon Films. “En este largometraje todos trabajamos en el proceso de creación de los personajes sobrenaturales que aparecen en la historia —platica—. Hubo una estrecha colaboración entre el director, el maquillista, el director de arte y el departamento de vestuario. También trabajamos con el equipo de efectos especiales y por computadora”.

María Estela diseña vestidos y trajes para teatro, televisión, fotografía y danza, pero es en el cine donde ha dejado una huella permanente. Ha realizado cerca de 20 películas: Beverly Hills Chihuahua (2008), Mejor es que Gabriela no se muera (2007), Un mundo maravilloso (2006), El crimen del padre Amaro (2002), Antes de que anochezca (2000), La ley de Herodes (1999), Perdita Durango (1997) y Novia que te vea (1994), entre otras.

Aunque comenzó como actriz, siempre le llamó la atención la indumentaria, por lo que se convirtió en asistente de vestuario para teatro. Colaboró en varias obras para la Universidad Nacional Autónoma de México. “Muy pronto entendí que el diseño de vestuario es una herramienta para crear un personaje.

En esta carrera nunca terminas de aprender, me considero una suerte de ‘pepenadora visual’, siempre leyendo, analizando el trabajo de otras diseñadoras.

Veo mucho cine, pintura, performance, teatro y danza, me enriquezco con estos elementos para poder traducir las historias que contamos en el cine con colores, texturas y formas”.

Recientemente, María Estela terminó el rodaje de Backyard, dirigido por Carlos Carrera. En esta película tuvo que vestir a más de cien extras, además de los actores principales. “Hacer cine es igual en cualquier parte del mundo y en cualquier idioma; algunas películas son más holgadas en tiempo o tienen más recursos, pero básicamente el trabajo es el mismo y es apasionante”.

 

Maria Estela Fernández (Mexico City, 1958), one of the most experienced, established film and theater costume designers in Mexico, was recently awarded her fifth Ariel trophy for Kilómetro treinta y uno (2006), a Lemon Films production. “For this feature film, we all worked together in the process of creating the supernatural characters that appear in the story,” she explains. “The director, make-up artist, art director and costume department all collaborated very closely, and we also worked with the special effects team and the computer.”

Maria Estela designs costumes and garments for theater, television, photography and dance, but it is actually in the movies where she has left an indelible mark. Among the nearly 20 films she’s worked on are Beverly Hills Chihuahua (2008), It’s Better If Gabriela Doesn’t Die (2007), A Wonderful World (2006), The Crime of Father Amaro (2002), Before Night Falls (2000), Herod’s Law (1999), Dance with the Devil (1997) and Like a Bride (1994).

Though she started out as an actress, she was always drawn to the costumes, so she became a wardrobe assistant in the theater and worked on several university productions at the unam. “I quickly realized that costume design is a tool for creating a character. In this profession, you never stop learning. I see myself as a sort of ‘visual ragpicker’, always reading and analyzing the work of other designers. I see a lot of movies, paintings, performance art, theater and dance to enrich myself with these elements and be able to translate the stories we tell on film through colors, textures and forms.”

María Estela has just finished working on the film Backyard, directed by Carlos Carrera. In addition to the film’s main characters, she had to dress over 100 extras. “Making movies is the same anywhere in the world and in any language. Some movies give you more time or resources to work with, but basically the work is the same, and it is exhilarating.”